Archivo el junio 15, 2023

RUTA 14: Corporales – El Picu Telenu


TIPO DE RUTA: Senderismo.
RECORRIDO: Ida.
PUNTO DE PARTIDA: El Pontón del Arenal (Corporales).
LONGITUD: 4,6 km (solo ida).
DESNIVEL POSITIVO: 797 m.
DESNIVEL NEGATIVO: 0 m.
TIEMPO: 3:00 h (solo ida).

Se sale del pueblo de Corporales por un antiguo camino, hoy convertido en la carretera LE-5228, que comunica con la ciudad de Ponferrada a través del alto de El Morredeiru. A poco más de 1 km de La Ermita de las Ribas, volviendo la vista hacia la izquierda, podremos ver el impresionante altozano donde se encuentra el asentamiento prerromano de La Corona.

Seguimos carretera arriba hasta llegar a la confluencia de El Rieu Eria con El Rieu del Surbial, que baja por nuestra izquierda. En este punto cruzamos este segundo río por El Pontón del Arenal, en cuyas inmediaciones se encuentra una antigua mayada. Sin abandonar la carretera y sin perder el cauce de El Rieu del Surbial –que corre ahora a nuestra izquierda–, avanzamos aproximadamente un kilómetro y llegamos a un pequeño refugio que se alza en la antigua mayada de Mascariel, próximo a la confluencia de El Rieu de Mascariel con El Rieu del Surbial. A la altura del refugio dejaremos el asfalto y empezaremos a caminar por el fondo de valle que forma El Rieu de Mascariel, dejando su cauce a nuestra izquierda.

Ascendemos en dirección nordeste por El Valle Mascariel siguiendo el curso del río entre piornos, urces (brezos) y escobas. En algunos puntos el sendero está más cerrado o encharcado, por lo que iremos buscando la mejor forma de avanzar –siempre cerca de El Rieu de Mascariel– hasta llegar a su nacimiento, donde el matorral es más bajo y es más fácil progresar.

Poco después del nacimiento de El Rieu de Mascariel llegamos a las pintorescas formaciones de La Peiña la Citeira, que domina Los Chanos de Mascariel y El Valle Mascariel.

En este punto encontramos el pendiente sendero que sube de Los Chanos de Mascariel a El Picu Telenu y que seguiremos hasta la cima. Primero alcanzamos un collado muy amplio, desde donde se ven Maragatos y El Bierzu, y desde allí giramos a la izquierda para acometer la subida final a la cumbre rocosa de El Picu Telenu (2.182 m) por su vertiente sudeste.

Qué ver en Corporales (1.235 m)

Situado al pie de El Picu Telenu, Corporales se asienta a orillas de El Rieu Eria, en un espacio abierto. Cuenta con dos barrios: Quintana al oeste (el más grande) y Pedrosa al este. El primero está dividido en dos partes, El Castru y El Mercáu, separadas por un regueiru (arroyo) –hoy entubado– que nace en Valdelavilla. El nombre de El Mercáu se debe a que en este lugar había mercado los domingos.

En Corporales se localizan dos recintos fortificados de época castreña: el castro de La Corona y el llamado El Castru o El Castru d’Enriba la Fuente.

En los muros exteriores de la iglesia del pueblo se puede contemplar un arco románico de medio punto con decoración de ajedrezado en su trasdós y en la línea de imposta.

La Ermita de las Ribas se levanta junto a la carretera, en el barrio de Pedrosa, y en su torre está grabada la fecha de 1862, año en que se erigieron la espadaña y la escalera de acceso.

En el pueblo son abundantes los pajares en estado ruinoso, cubiertos con paja a dos aguas y con testeros escalonados con losas de pizarra.

Corporales ha conservado la tradicional Danza del rey Nabucodonosor, que antes se bailaba el día del Corpus. Se trata de una antigua danza de paloteo compuesta por una serie de varios lazos.

El castro de La Corona

La Corona es un asentamiento que estuvo habitado entre los siglos II y I antes de Cristo, con anterioridad a la conquista romana. Está situado al norte del barrio de Pedrosa, entre El Rieu Eria y El Rieu de la Mazanal, en una colina de suaves laderas y 1.333 metros de cota máxima. Está defendido por un talud y un foso claramente visibles por el lado septentrional. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2022.

Para visitar este lugar atravesamos el casco urbano de Corporales hasta llegar al barrio de Pedrosa, donde se alza La Ermita de las Ribas. Unos 100 metros más arriba de la ermita salen dos caminos a mano izquierda; el izquierdo, que se va acercando al cauce de El Rieu de la Mazanal, bordea La Corona por el oeste. Lo seguimos hasta llegar a un puente que cruza el río, donde el camino se abre en dos. En ese momento continuaremos por la pista de la derecha hasta llegar a una nueva bifurcación. Tomamos en ella el ramal de la derecha y avanzaremos por él a lo largo de 130 metros. En este punto debemos dejar el camino y ascender a nuestra derecha por una empinada ladera. A los 250 metros de subida alcanzaremos la vertiente septentrional del castro, donde mejor se conserva el profundo foso tallado en la peña a fuerza de martillo y punterola para delimitar el espacio habitado y potenciar las condiciones defensivas del lugar. Otra forma de llegar a La Corona es seguir el camino que sale a la derecha de la bifurcación; avanzando por él unos 400 metros, se llega al depósito de agua que abastece al pueblo, y ascendiendo desde aquí en línea recta se accede a la zona sur del castro.

El castro de La Corona tiene forma subrectangular con una especie de espigón hacia el noroeste. Los hallazgos efectuados durante las excavaciones de principios de los años 80 se encuentran cubiertos por arena para preservarlos de las inclemencias del tiempo; no obstante, en el flanco sur aún se advierten dos oquedades resultantes de las labores arqueológicas realizadas, que alcanzaron una extensión de unos 500 m2. En el interior del recinto defensivo se exhumaron diecisiete construcciones apiñadas, de forma cuadrangular y de reducidas dimensiones. Estaban fabricadas con materiales del país y se adaptaban a los desniveles del terreno. Así, los muros, de un grosor aproximado a los 50 cm, estaban formados por lajas de pizarra colocadas de manera tabular. Los vestigios encontrados indican que el techo, con cubierta vegetal de paja o brezo atado a una trama o armazón de maderos de distinto grosor y longitud, era a dos aguas y se apoyaba directamente sobre fuertes vigas que descansaban sobre muros. El hogar, con un área de combustión de forma oblonga o subcircular delimitada por lajas hincadas en el suelo, ocupaba el centro de las edificaciones y ordenaba a su alrededor el espacio interior, en el que no había divisiones. Los pavimentos eran de tierra apisonada. La organización de las construcciones seguía un entramado de calles que se cortaban en ángulo recto, enlosadas y de apenas metro y medio de anchura.

El Castru o El Castru d’Enriba la Fuente

Otro lugar de interés arqueológico es El Castru, llamado también El Castru d’Enriba la Fuente, que se sitúa al oeste del pueblo, a media ladera y con 1.300 metros de altitud máxima. No goza de condiciones defensivas naturales, por lo que está rodeado por dos fosos de anchura variable que dibujan un recinto de forma oval de 130 metros de largo y 90 metros de ancho. Este poblado, que fue levantado tras la conquista romana (desde los últimos años del siglo I antes de nuestra era hasta los primeros años del siglo II después de Cristo), tiene aproximadamente media hectárea de extensión. Las excavaciones realizadas entre 1979 y 1981 revelaron la existencia de una “planificación urbanística” que se deja ver en la existencia de un orden a la hora de erigir nuevas edificaciones. Este orden difiere de la organización prerromana, cuyas unidades habitacionales se distribuían por el espacio de manera más aleatoria.

En El Castru se exhumó un conjunto de edificaciones domésticas de planta cuadrada o rectangular, provistas de pavimentos de tierra e integradas en un urbanismo que presenta calles enlosadas con andenes o aceras, así como pequeños albañales para evacuar el agua. Los muros de las viviendas están construidos con losas de pizarra y cantos de río amalgamados con barro. La cubierta se resolvía mediante una estructura de madera sobre la que descansaba un entramado vegetal. La importancia de estas excavaciones radica en que muestran claramente el proceso de aculturación sufrido por la población indígena como consecuencia de la ocupación romana de este territorio.

Peñaguda

Al oeste de Corporales arranca la carretera LE-7311 que, tras alcanzar el alto de Peñaguda (1.258 m), desciende hacia el valle de El Rieu Cabreira. En la falda de Peñaguda se observan restos de un canal romano tallado en la roca, el llamado canal C4. Esta conducción tiene dos puntos de captación: un ramal nace en las proximidades de El Llagu, en Truitiellas; el otro procede de El Rieu Eria, aguas arriba del barrio de Pedrosa. El canal C4 va faldeando los relieves de la cadena montañosa que culmina en El Picu Telenu hasta llegar a As Pracías, en las inmediaciones de Médulas, en un largo recorrido de unos 122 kilómetros, reconocible y transitable en algunos tramos. En la mayoría de su curso este canal ha tenido que ser excavado en la roca, y su caja presenta unas dimensiones regulares de entre 120 y 90 cm de ancho y 50 cm de profundidad. El desnivel del canal C4 es aproximadamente de un 0,3%; es decir, que cada 100 metros de avance desciende 30 centímetros.


Los topónimos que aparecen en esta ruta han sido recogidos de boca del pueblo por la asociación El Teixu, Rede pal Estudiu y Defensa de la Llingua Asturllionesa que organizó junto al IEC el III Cursu d’Encuestadores de la Tradición Oral en Llión. Durante las prácticas de esta formación, se encuestaron los topónimos de estas rutas.

 

 


Rutas de Trueitas


RECURSOS

Mapa turístico de Cabreira l’Alta

Tríptico turismo Cabreira l’Alta

 

 

RUTA 13: Las Coronas – El Carbayal


TIPO DE RUTA:
Senderismo.
RECORRIDO:
Ida.
PUNTO DE PARTIDA:
Carretera entre Vayellu y Corporales.
LONGITUD:
9 km (solo ida).
DESNIVEL POSITIVO: 516 m.
DESNIVEL NEGATIVO: 397 m.
TIEMPO: 3:00 h (solo ida).

Poco después del kilómetro 5 de la carretera LE-731 –en el límite entre los términos de Vayellu y Corporales, y a poco más de 1.200 metros de altura– emprendemos la marcha hacia poniente por una pista que asciende por debajo de un pinar. El camino continúa por la vertiente septentrional de La Regueira de Carbayosa, paralelo a su cauce, hasta llegar a la ladera nororiental del pico de Las Coronas (1.502 m), donde, describiendo tres pronunciadas curvas, alcanza la cima. Telefónica ha levantado aquí una estación de radio-base para la telefonía modular.

Los horizontes se amplían desde la cumbre: hacia el oeste contemplamos los primeros pasos de El Rieu Cabreira; por el noroeste este mismo río presenta su curso profundamente encajado en un valle de empinadas laderas; al norte y nordeste, las cumbres de las montañas que separan Cabreira de El Bierzu y de Maragatos nos parecen más cercanas y sus mayores altitudes nos ofrecen un perfil más aserrado, debido a la resistencia erosiva de las cuarcitas frente a las restantes cimas, predominantemente romas. Y por todas partes, la vegetación arbustiva en la que sobresale la urz (brezo) y las cada vez más extensas manchas de coníferas y sardones (encinas).

Reemprendemos la marcha hacia el sudoeste y descendemos suavemente el lomo de la sierra. En este primer tramo de cresteo atravesamos las altiplanicies de Chanupuertu y El Chanu las Eiras. En el collado anterior al montículo que precede a El Picu’l Cerradal dejamos a nuestra derecha El Valle de Fonfría, en terrenos de Ñogar, en cuya cabecera hay una pequeña plantación de pinos y, por debajo, La Fuente de Fonfría. Es el aprovisionamiento de agua más cercano que encontraremos a lo largo de todo el cresteo. A los dos kilómetros de recorrido desde Las Coronas, pasamos un collado de 1.354 metros, que atravesaba el camino que unía Vayellu con Ñogar, e iniciamos el ascenso a El Cerradal (1.459 m) por un cortafuegos. Descendemos el pico hasta llegar a otro collado (1.401 m) por el que discurría un camino de caballerías que comunicaba Iruela con Ñogar. Tras otro alargado promontorio que culmina en El Picu’l Valle (1.461 m), bajamos por un cortafuegos y vamos dejando a nuestra izquierda, en terreno de Iruela, abundantes y aisladas matas de encina. Llegamos así a otro collado más (1.359 m), por el que pasaba la senda que llevaba de Iruela a Robréu, y ya solo nos resta superar La Escrita (1.422 m), para descender, sin abandonar el cortafuegos por el que venimos caminando, hasta alcanzar la carretera LE-126 en la vertiente de Quintaniella, por debajo de L’Altu’l Carbayal (1.345 m), al que llegaremos poco después subiendo por la misma carretera.

En esta ruta es conveniente llevar agua, ya que no se encuentra ninguna fuente en todo el recorrido, a excepción de La Fuente de Fonfría, situada bastante por debajo de la línea de cumbres por la que va cresteando el camino.


Los topónimos que aparecen en esta ruta han sido recogidos de boca del pueblo por la asociación El Teixu, Rede pal Estudiu y Defensa de la Llingua Asturllionesa que organizó junto al IEC el III Cursu d’Encuestadores de la Tradición Oral en Llión. Durante las prácticas de esta formación, se encuestaron los topónimos de estas rutas.

 

 


RUTA 12: Vayellu – Iruela


TIPO DE RUTA:
Senderismo.
RECORRIDO:Ida y vuelta.
PUNTO DE PARTIDA: Localidad de Vayellu.
LONGITUD: 5,1 km (solo ida).
DESNIVEL POSITIVO: 69 m.
DESNIVEL NEGATIVO: 48 m.
TIEMPO: 1:30 h (solo ida).

Iniciamos la ruta en Vayellu, tomando el camino que sale desde el sur de la localidad siguiendo la margen derecha de El Rieu Eria. Caminamos río abajo por esta orilla, bordeando un frondoso bosque de ribera.

El Rieu Eria enseguida se separa de nuestra ruta. Tras pasar por un tramo de pastizales, alcanzaremos la orilla izquierda de El Rieu de las Uelgas, que remontaremos y ya no dejaremos en todo el recorrido hasta llegar a la localidad de Iruela. Atravesamos un rico mosaico de fondo de vega con pastizales, bordeados por muros de piedra tradicionales, y altos bosquetes de chopo, cruzando algún tramo más cerrado por las escobas en el que la senda se convierte en un pasillo. Tras cruzar, prudentemente, la carretera LE-126 entre Trueitas e Iruela, finalizaremos este tramo siguiendo siempre la orilla de El Rieu de las Uelgas, donde se combinan zonas abiertas de pastizal con otras más cerradas en la espesura de la ribera. Entramos en Iruela por el extremo oriental del pueblo y finalizamos la ruta en la cancha deportiva municipal.

Qué ver en Vayellu (1.180 m)

En esta localidad podemos contemplar numerosos rincones con casas que conservan la tipología característica de la comarca y otras muestras de la arquitectura tradicional, como sus molinos y su fragua, restaurados hace años. Su iglesia guarda algunas imágenes relevantes del arte religioso comarcal, de gran belleza y austeridad. El Rieu de las Uelgas, con su pequeño caudal, corre rápido hacia El Rieu Eria. La ruta por ambos ríos, de aguas rápidas y limpias, nos muestra de cerca la belleza de los paisajes de fondo de valle y la grandiosidad de las montañas circundantes. El recorrido muestra también la ancestral ocupación humana y la impronta del uso ganadero, aún importante en las vegas fluviales y ya muy abandonado en las laderas, que vuelven a tupirse de matorrales de urz (brezo) y escoba.

El castro de Conchanada

Este castro se sitúa a una altura de 1.359 metros, en una arista de orientación este-oeste que cae sobre el lugar de Vayellu, coronando la meseta o campa de la parte más elevada del espigón, allí donde comienza su declive hacia el oeste. El recinto está configurado por una muralla de piedra en seco y un foso, que son especialmente visibles por el este y por el sur, tramo este último que se puede seguir a lo largo de 150 metros. En su parte más elevada existe un derrumbe de forma tumular que parece estar denunciando la existencia de una atalaya, torre o estructura similar. El foso tiene unos seis metros de ancho en algunos lugares y está tallado en el mismo sustrato rocoso subyacente.


Los topónimos que aparecen en esta ruta han sido recogidos de boca del pueblo por la asociación El Teixu, Rede pal Estudiu y Defensa de la Llingua Asturllionesa que organizó junto al IEC el III Cursu d’Encuestadores de la Tradición Oral en Llión. Durante las prácticas de esta formación, se encuestaron los topónimos de estas rutas.

 

 


RUTA 11: La Portiella – El Cabezu

TIPO DE RUTA: Senderismo.
RECORRIDO:
Ida y vuelta.
PUNTO DE PARTIDA:
Carretera LE-126, a la altura de La Portiella.
LONGITUD:
7,5 km (solo ida).
DESNIVEL POSITIVO: 644 m.
DESNIVEL NEGATIVO: 41 m.
TIEMPO: 3:00 h (solo ascenso).

Del alto de la carretera entre Trueitas e Iruela, denominado La Portiella, sale una pista hacia el sur por la que puede circular cualquier vehículo. La pista termina en la cumbre de un destacado pico llamado El Cabezu. El primer tramo discurre por terrenos de Iruela hasta llegar a La Portiella de Truitiellas, collada en donde cambia a los de este otro pueblo. La ruta prosigue por una cadena de picos y collados situada en el límite entre ambos términos, que desde Iruela reciben los nombres de La Peña las Llastras, La Peña Llampazas, Los Retornos, La Portiella’l Carbayu, Peñapalombas, Los Piñedones y El Chanu las Rosas, ya en la base oriental de El Cabezu. Rodeamos este pico por su ladera meridional hasta llegar a una bifurcación del camino y elegimos entonces el ramal de la derecha, que nos lleva a la collada de La Chana, situada al sudoccidente de El Cabezu, ya que el otro nos conduciría a una antigua cantera de pizarra, hoy abandonada. Alcanzamos así La Chana (1.741 m), desde donde ascendemos a la cima de El Cabezu (1.842 m) por una pista más pendiente y de trazado más accidentado, que toca todas las vertientes del pico menos la del norte. En cinco ocasiones la pista que nos ha traído hasta aquí pasa por colladas, desde las que podemos divisar Iruela y su valle. Ya en lo alto del pico, el panorama que se divisa bien merece el esfuerzo realizado: a nuestros pies quedan Villarinu e Iruela, y hacia poniente se elevan las altas cumbres de L’Altu de Valdelafreita, El Picón y Peñataravinca.

Los arroyos o barrancos que vamos dejando a nuestra izquierda según ascendemos vierten sus aguas a El Rieu de Tixéu y son, de este a oeste: El Regueiru la Canteira, El Regueiru la Vayada, El Regueiru Vallebézanos, El Regueiru Valdesandu, El Regueiru las Vizuelas, El Regueiru’l Rieu y El Regueiru Vallelluengu.

Si queremos empalmar con la carretera Truitiellas-Escoréu (LE-7302), desde La Chana sale en dirección sudoeste un camino y cortafuegos por el que avanzamos hacia L’Altu la Candaneira para, dejando un pinar a nuestra izquierda, dirigirnos al collado de Campumuyeres (1.729 m), el pico de El Pedrosu (1.876 m), L’Altu la Tiembra (1.886 m) y La Llama’l Sierru (1.841 m), alto de la carretera que por el sur desciende a Escoréu y a Donéi (Senabria) y que por el norte nos conduce a Truitiellas tras 10 km de andadura.

Qué ver en Iruela (1.200 m)

En esta localidad son abundantes las casas de paredes pizarrosas asentadas sobre cimientos de roca. Es cuna del relojero José Rodríguez Losada, al que sus paisanos levantaron un monumento el año 1993. En la antigua cuadra del toro del pueblo, la junta vecinal y una asociación local han acondicionado un aula con contenido sobre el famoso relojero para que el visitante de la localidad tenga más información sobre este personaje ilustre de la comarca. El templo parroquial fue restaurado en el verano de 1994; aunque en principio solo se quería retejar, al final se adecentó todo el edificio. De excepcional hay que calificar la restauración del Cristo, así como el trabajo de limpieza en el retablo mayor, obras de Severino Carbajo y Pilar Ortega. En la orilla derecha de El Rieu de las Uelgas se levanta un palomar bien conservado. En Iruela el día de San Antonio se mataba la mejor vaca del pueblo, se despiezaba en un banco a la puerta de La Ermita de San Antón (banco que aún se encuentra allí, con sus cortes y casi despedazado) y se repartía entre todos los vecinos del pueblo.

El canal C4 de Médulas

En 2017 se descubrió un ramal del canal C4 que llevaba agua a la explotación minera romana de Médulas. Se trata de una conducción hidráulica de 0,90 metros de anchura efectiva de transporte de agua, cuya captación era realizada en las proximidades de El Llagu de Truitiellas, a una cota de 1.345 metros de altitud. Su trazado, que discurría con una pendiente media del 0,24%, pasaba por los términos de Iruela y Villarinu, y, tras un recorrido de 42,8 km, alcanzaba el alto de Peñaguda, próximo a la localidad de Corporales, donde vertía sus aguas al canal C4 de Médulas. A la salida de la localidad de Iruela hacia Encinéu, entre El Regueiru’l Valle y El Regueiru las Barrancas, tenemos evidencias muy claras de dicha conducción romana, que hace que el canal C4 aumente su longitud hasta los 122 km.


Los topónimos que aparecen en esta ruta han sido recogidos de boca del pueblo por la asociación El Teixu, Rede pal Estudiu y Defensa de la Llingua Asturllionesa que organizó junto al IEC el III Cursu d’Encuestadores de la Tradición Oral en Llión. Durante las prácticas de esta formación, se encuestaron los topónimos de estas rutas.