RECORRIDO: Ida y vuelta.
PUNTO DE PARTIDA: Localidad de Trueitas.
LONGITUD: 1,46 km (solo ida hasta el castro) / 3,8 km (hasta Vayellu)
DESNIVEL POSITIVO: 113 m (solo ida hasta el castro).
DESNIVEL NEGATIVO: 0 m (solo ida hasta el castro).
TIEMPO:20 min (solo ida hasta el castro)
La ruta comienza al norte de la localidad de Trueitas, al pie de la carretera que parte hacia La Cuesta. El camino, bien definido, asciende hacia el norte/noroeste por una ladera entre matorrales y alcanza el lugar donde se encuentra el castru de Las Caleyas, identificado mediante un viejo cartel. Podemos regresar a la localidad de origen por el mismo camino o acercarnos a Vayellu. Para ello, unos 350 metros más adelante, hemos de abandonar el camino por el que venimos subiendo –que continúa ladera arriba– para girar a la izquierda y proseguir por una senda ganadera que mantiene la altura. Tras atravesar un pequeño arroyo, encontraremos un camino que avanza entre matorrales de escobas y carqueisas hasta llegar a un pequeño depósito de agua. El camino continúa descendiendo hacia el encuentro con la carretera que une Trueitas con Vayellu, muy cerca ya de esta última localidad.
Qué ver en Trueitas (1.127 m)
Cabecera municipal de Cabreira l’Alta y con título de villa, Trueitas se halla situada a orillas de los ríos Eria y Tixéu (o de Truitiellas). Sobre El Rieu Eria (también llamado a esta altura El Rieu de Vayellu) se encuentra un puente de factura medieval –pero cuyo origen podría ser anterior– llamado Puentesapos, probable paso de una vía minera hacia las explotaciones de El Picu Telenu y hacia los canales que llevaban agua hasta Médulas. El pueblo está dividido en dos partes separadas por El Rieu de Truitiellas. La iglesia, erigida en 1736, tiene espadaña aguda y atrio con crucero de roca arenisca. En la otra parte del lugar se levanta La Ermita del Cristo. Trueitas cuenta con centro de salud en el barrio de El Piornal y con concentración escolar y gasolinera en La Devesa. Al noroeste del pueblo se encuentra el paraje de Las Caleyas, donde existe un castro de forma ovalada rodeado de fosos y murallas.
El castru de Las Caleyas
Cerca del camino de acceso descrito más atrás, se abre una meseta prominente de forma ovalada, de 250 metros de largo y 170 de ancho, rodeada por un complejo sistema de fosos-canales para cuya excavación se aprovechó la fuerza hidráulica. Este yacimiento no ha sido excavado, por lo que tan solo se conoce a partir de los restos visibles en su superficie.
Este asentamiento, que pudo estar habitado al menos entre los últimos años de siglo I antes de Cristo y los primeros del siglo II de nuestra era, ocupa una extensión aproximada de una hectárea. En la parte noroccidental se aprecia nítidamente el canal que sirvió de colector o receptor de las aguas de las fuentes y arroyos que nacen en las proximidades de El Cumbre, para que, soltadas a gran presión, horadasen y arrastrasen la tierra para excavar de los fosos.
De esta manera se creó un sistema de fosos-canales perimetrales concéntricos alrededor del recinto y adaptados a la irregularidad del terreno, con una anchura variable de entre 6 y 14 metros. Aunque aún son bien visibles, en algunos tramos se encuentran ya rellenados por tierra procedente de la erosión continua de las laderas a lo largo de los siglos.
Minería romana entre Trueitas y Quintaniella
Entre ambas localidades se encuentra un conjunto de cinco labores auríferas que se localizan entre los kilómetros 23 y 27 de la carretera LE-126, sobre la margen derecha de El Rieu Eria. En todos los casos se beneficiaron los conglomerados de las terrazas cuaternarias del río mediante lavados superficiales y, sobre todo, con series de surcos convergentes. El abastecimiento de agua se hacía mediante canales captados en arroyos que vierten por la derecha de El Rieu Eria. Se calcula que el volumen removido por estas explotaciones mineras alcanzó los 812.000 m3 de tierra.
Los topónimos que aparecen en esta ruta han sido recogidos de boca del pueblo por la asociación El Teixu, Rede pal Estudiu y Defensa de la Llingua Asturllionesa que organizó junto al IEC el III Cursu d’Encuestadores de la Tradición Oral en Llión. Durante las prácticas de esta formación, se encuestaron los topónimos de estas rutas.
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