Categoría el Rutas Castriellu (Castrillo de Cabrera)

RUTA 4: Manrubiu – Ñogare

TIPO DE RUTA: Senderismo.
RECORRIDO: Ida.
PUNTO DE PARTIDA: Localidad de Manrubiu.
LONGITUD: 6,94 km.
DESNIVEL POSITIVO: 134 m.
DESNIVEL NEGATIVO: 197 m.

Llegamos a Manrubiu (900 m) por la desviación LE-7205 que sale de la carretera LE-7311, de Corporales a Castriellu. Yendo en dirección a Castriellu y después de pasar Saceda, tomamos el desvío a la izquierda que nos lleva hasta la zona baja del pueblo. A nuestra derecha, en la parte alta del lugar, se encuentra la iglesia, dedicada a Sanisteva. Desde El Puestu, la plaza situada a la entrada del pueblo, nos dirigimos al sur de la localidad por la calle de L’Escaleiru hasta llegar a la fragua, que está restaurada. A partir de aquí arranca la ruta, que atraviesa El Regueiru’l Valle y deja al lado izquierdo los prados de La Mona. Dejando atrás La Fraga la Mona y El Berrocal, seguimos paralelos a El Rieu Cabreira, que empieza lentamente a dar su giro hacia el valle de Llousada. Llegamos a la zona de Valdeloseiros, donde el cauce del río tuerce ya bruscamente hacia Ñogar, y poco después, tras pasar por La Rieza, encontramos el asentamiento castreño de El Castru. Hacia su extremo nordeste, junto a unos árboles, hay una gran cavidad con abundante escombro de pizarra y cantos rodados que se estrecha hacia el río. Junto al camino se ven muros redondeados, bien formados y dispuestos en fosos escalonados. Si continuamos caminando hacia Ñogar, pasaremos por El Fleital, la vega de Los Cepaos, la vieja mina de plomo de El Portanal ‒situada al lado derecho del camino‒ y llegaremos por fin a la vega de Las Cortinas, que da ya entrada al lugar. Ya en Ñogar, entraremos por el lado norte de la localidad para ir al encuentro del puente “romano” y su grabado de origen prerromano que representa una diosa de las aguas. En la parte superior de la localidad se encuentra El Caldeirón, un castro en el que se pueden apreciar paredes de esquinas redondeadas hechas con lajas de pizarra y donde se encontraron importantes piezas de cerámica castreña.

Qué ver en Manrubiu

El lugar de Manrubiu o Marrubiu (900 m) recibe su nombre del de la planta herbácea homónima de la familia de las labiadas. Es un pueblo de piedra negra recostado en la ladera. Dispone de una arquitectura excepcional, con un aula etnográfica y una fragua restaurada. En la localidad se encuentran dos castros, los denominados El Castru y El Cañeiru. Bajo el primero de los dos, y por encima del pueblo, se han encontrado enterramientos formados por lajas de pizarra.

El Castru

Al emplazamiento de El Castru se llega desde la localidad de Manrubiu, tomando un camino que sigue la ladera septentrional del teso en el que se encuentra esta localidad. Una vez recorridos unos 500 metros, hay que abandonar el camino para alcanzar la espina de dicho teso y seguirla a lo largo de unos 200 metros para llegar al castro, que se encuentra en un rellano a 1.080 metros de altitud. Al llegar al castro veremos una construcción (redil o similar) que se encuentra en una pequeña campa, justo a su pie.
El asentamiento se encuentra en lo alto de una loma de orientación suroeste-nordeste que domina el curso de El Rieu Cabreira. Presenta un foso en la parte sudoccidental, cuyos ramales se extienden por el sur y el oeste, aislando el castro netamente. En su parte más elevada existe un derrumbe de forma tumular que parece estar denunciando la existencia de una atalaya, torre o similar. En una peña inmediata al foso por el sur hay una cazoleta con canalillo, del mismo tipo que las encontradas en El Castru de Igüeña (El Bierzu).
La base geológica del emplazamiento pertenece al Ordovícico medio (Llanvirniense-Llandeiloiense) y está constituida principalmente por pizarras de Ḷḷuarca.

El castro de El Cañeiru

Al castro de El Cañeiru se llega desde la carretera LE-7311, entre Corporales y Castriellu. Al pasar Saceda en dirección a Castriellu, se debe tomar el desvío a Manrubiu (carretera LE-7205) para, después de recorrer unos dos kilómetros de bajada al valle de El Rieu Cabreira, tomar una pista relacionada con una gran cantera de pizarra que conduce ‒en el límite oriental de la misma‒ a un teso que cae sobre el río y que se llama en su parte alta Patadalamula y más abajo, en el sitio que nos interesa, El Cañeiru.
El asentamiento se encuentra en un teso de orientación nordeste-sudoeste que domina el curso del río. Presenta un foso al norte, en la prolongación hacia Patadalamula, cuya defensa es potenciada por la existencia de otro profundo foso, este aparentemente de origen natural (un contacto litológico o falla). En su parte más elevada presenta un derrumbe de forma tumular que parece indicar la existencia de una atalaya, torre o construcción similar. El derrumbe también se puede apreciar en la cota de los 880 metros, en un punto en que es atravesado por uno de los canales de abastecimiento de agua a Médulas ‒el denominado C-1 en la nomenclatura de Roberto Matías‒. La caja del canal, perfectamente visible, parece afectar a dicho derrumbe tumular, lo que podría indicar que su construcción sería posterior.
La base geológica del emplazamiento pertenece al Ordovícico medio (Llanvirniense-Llandeiloiense) y está constituida principalmente por pizarras de Ḷḷuarca.


Los topónimos que aparecen en esta ruta han sido recogidos de boca del pueblo por la asociación El Teixu, Rede pal Estudiu y Defensa de la Llingua Asturllionesa que organizó junto al IEC el III Cursu d’Encuestadores de la Tradición Oral en Llión. Durante las prácticas de esta formación, se encuestaron los topónimos de estas rutas.

 

 


 

RUTA 3: Ñogare – Manrubiu

TIPO DE RUTA: Senderismo.
RECORRIDO: Ida.
PUNTO DE PARTIDA: Localidad de Ñogare.
LONGITUD: 6,88 km.
DESNIVEL POSITIVO: 189 m.
DESNIVEL NEGATIVO: 109 m.

A través del puente “romano”, casi tapado por la vegetación, se accede a Ñogare (820 m) desde la carretera LE-7207. El pueblo se mira en las aguas de El Rieu Cabreira, cuyas orillas van a ser objeto de acondicionamiento y defensa. Pasamos al lado de la iglesia y salimos del pueblo cerca de unos pajares. Nada más salir nos encontramos con la vega de Las Cortinas. A 400 metros de la salida del pueblo, pasando la zona de La Figal, llegaremos a La Mina’l Portanal, una mina de plomo situada al lado izquierdo del camino. Seguimos adelante, atravesando la zona de El Fleital, hasta llegar a una loma orientada en dirección oeste-este que apunta a la desembocadura de Riucavu y que cae sobre El Rieu Cabreira. En esta loma, hacia la cota de los 800 metros de altura y a unos 1.900 metros de distancia de Ñogare, encontramos el antiguo asentamiento fortificado de El Castru, cuya situación hace suponer que fue un enclave privilegiado para la vigilancia de los canales romanos. Hacia su extremo nordeste, junto a unos árboles, hay una gran cavidad con abundante escombro de pizarra y cantos rodados que se estrecha hacia el río. Junto al camino se ven muros redondeados, bien formados y dispuestos en fosos escalonados. Si continuamos por el camino hacia Marrubiu, iremos atravesando los parajes de La Rieza, Valdeloseiros, Los Umirones y L’Iruelu, ya próximo al pueblo y donde el río describe una acusada curva hacia el oeste. Al acercarnos a Manrubiu vamos separándonos de El Rieu Cabreira y ganando altura, mientras pasamos por encima de los prados de La Mona y por debajo de Matarredonda y de El Ronqueiru. Después de cruzar El Regueiru’l Valle, entramos en el pueblo por el sur.

Qué ver en Ñogare

Ñogare (820 m) es un topónimo que alude a la abundancia del nogal en la zona. Hay una serie de elementos que nos permiten valorar la importancia de este pueblo dentro del panorama arqueológico de León:

  • El puente “romano” ‒único acceso histórico al pueblo desde el este‒ de un solo arco de gran diámetro, sobre cuyo pretil se encuentra el fragmento de una gran piedra con un grabado de origen prerromano que representa una diosa de las aguas.
  • Fragmentos de cerámica castreña en la zona del castro de El Caldeirón; dos piezas metálicas muy artísticas: una varilla que termina en cabeza de reptil y una jarra de plomo; cuatro monedas: dos romanas, una medieval y otra con fecha de 1625. Todo ello encontrado en las proximidades del pueblo.
  • El Castru es otro asentamiento castreño de la localidad, lo que evidencia la importancia estratégica de este lugar.

El enclave llamado El Caldeirón es un pequeño montículo con muros escalonados y piedras de tamaño irregular que revelan la existencia de un castro romano o anterior, congruente con el valor estratégico de su emplazamiento sobre el valle de El Rieu Cabreira.
La iglesia está dedicada a La Asunción. El Tumbo Viejo de Montes recoge un documento fechado el 9 de julio de 1093 en que el presbítero Ínila dona al monasterio de San Pedro de Montes sus propiedades de Ñogare «rivulo discurrente Yvei, prope ecclesie sancte Marie». Cincuenta y dos años antes ‒en el año 1041‒ aparece la primera mención escrita de Ñogare («Nocar»). El primitivo enclave del pueblo estuvo en la zona de El Valle Villar, al oeste del emplazamiento actual, dada la presencia en ella de restos cerámicos y arquitectónicos, como el armazón y la torre de la antigua iglesia, que han llegado hasta el día de hoy; allí estuvo situado el camposanto del pueblo hasta hace pocos años. Se tiene noticia de que Ñogare encargó a los artistas Nicolás de Brujas y Lucas Formente un retablo y sus imágenes, obra que fue terminada en 1576.

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El puente “romano” de Ñogare

Se trata de un puente construido probablemente en el siglo XVIII para facilitar el paso por Ñogare y el valle de El Rieu Cabreira a Corporales, punto de encuentro con el antiguo camino de Ponferrada, aunque puede que en su origen fuese romano. Actualmente continúa en uso para el tráfico local. El puente consta de una sola bóveda que originalmente era de cañón y hoy está muy desriñonada, lo que le presta una apariencia ojival. La luz o distancia que salva es de doce metros y está íntegramente realizado a base de mampostería tosca, rejuntada con mortero blanco. La embocadura está realizada con lajas de un metro de ancho constante y es tangente a la rasante alomada. Afortunadamente, aún conserva el peto (lo que ahora conocemos por barandilla), que con sus 0,85 metros de anchura es extraordinariamente grueso, lo que deja reducido el tablero útil a 3 metros.

El Castru

Se trata de un castro situado a 1,9 km al nordeste del pueblo por el camino que sale paralelo al río. Está situado a una altura de entre 790 y 810 metros, en un promontorio que avanza sobre El Rieu Cabreira. Es un asentamiento castreño muy característico de las tierras cabreiresas: de pequeño tamaño y emplazado en una ladera que a modo de espigón cae sobre El Rieu Cabreira, a unos 20 metros por encima del nivel de este. Presenta grandes obras de fortificación, en particular en la parte más elevada ‒donde, por encima del camino, se aprecian dos fosos parcialmente colmatados‒ y también a media ladera ‒que seguramente cumplían funciones defensivas y de delimitación del recinto, pero que también actuarían como muro de sustentación del aterrazamiento en el que se implantó parte del poblado‒. Existen restos muy evidentes de una cabaña con esquinas redondeadas que afloran dentro del recinto. Se registra un muro de unos 2-2,5 metros de anchura entre matorral y encinas. La base geológica del emplazamiento pertenece al Ordovícico y está constituida principalmente por pizarras grises y negras con intercalaciones de cuarcitas y limonitas.

El castro de El Caldeirón

El teso llamado El Caldeirón es un emplazamiento elevado situado inmediatamente por encima de Ñogare, al noroeste del pueblo. En este lugar se pueden ver paredes de esquinas redondeadas hechas con lajas de pizarra, en construcción tabular y colocadas a hueso. En El Caldeirón ha aparecido cerámica de tipo castreño decorada mediante estampillas, así como cerámica común de pasta micácea gruesa. También se han encontrado molinos redondos de granito y pequeños bronces de época tardorromana (siglo IV).


Los topónimos que aparecen en esta ruta han sido recogidos de boca del pueblo por la asociación El Teixu, Rede pal Estudiu y Defensa de la Llingua Asturllionesa que organizó junto al IEC el III Cursu d’Encuestadores de la Tradición Oral en Llión. Durante las prácticas de esta formación, se encuestaron los topónimos de estas rutas.

 

 


RUTA 2: Corporales – Saceda


TIPO DE RUTA: Senderismo.
RECORRIDO: Ida.
PUNTO DE PARTIDA: Localidades de Corporales y Saceda.
LONGITUD: 12,92 km.
DESNIVEL POSITIVO: 8 m.
DESNIVEL NEGATIVO: 233 m.

El Castro de Saceda se encuentra asentado en un espolón rocoso al que se accede por el canal C-4 desde el mismo pueblo. El recorrido por este canal convertido en camino («carril»), sólo practicable a pie, tiene un total de 13 km hasta la localidad de Corporales. El castro se encuentra a apenas 3 km de Saceda en dirección a Corporales. El espolón rocoso sobre el que se asienta el Castro de Saceda está separado de la loma por un estrecho y profundo foso cortado a pico en la misma roca. Traspasado este foso, desde la cima del castro podemos observar una panorámica del valle del río Cabo y la traza de los canales C-3 y C-4. Este es uno de los pocos puntos desde donde es posible apreciar con claridad la pendiente descendente del canal C-4.

RUTA 1: Canal Romano de Llamas


TIPO DE RUTA: Senderismo.
RECORRIDO: Ida.
PUNTO DE PARTIDA: Localidad de Llamas.
LONGITUD: 2,65 km.
DESNIVEL POSITIVO: 243 m.
DESNIVEL NEGATIVO: 271 m.

Este tramo de conducción, de 3,5 km, pertenece al trazado del canal que nace en las proximidades de Santa Eulalia de Cabrera. En este lugar el canal discurre en la cota de 870 m y destaca por su largo tramo tallado en la roca, por la que discurre formando una auténtica trinchera. Pueden también apreciarse las dimensiones originarias del canal, cuya anchura variaba entre un metro y un metro y sesenta centímetros.

En muchos tramos el recorrido del canal debía superar los macizos rocosos mediante la práctica de túneles, como se puede comprobar en las proximidades del arroyo de Valdecorrales. También en este lugar se aprecia cómo para controlar el caudal del arroyo se practicó una galería por debajo del trazado del canal para desviar y encauzar el curso del agua.

En el lugar conocido como «Molino la vento», en la pared se encuentra la siguiente inscripción: flaci/interciso/seuroru/itc/susicus. Nos indica que fue un hombre llamado Flaccus, de la tribu de los Seurri, pueblo indígena asentado en las tierras que actualmente se corresponden con la zona de Sarria (Lugo), quien cortó el canal en ese punto.


Más información en traianvs.net.